Por un tiempo he estado, más que nunca, pensando y sintiendo lo que significa ser mujer y como lograr tener mi energía femenina en equilibrio, en mi rol dentro de mi entorno, en ese título que nos pusieron de “sexo débil” y en el afán desmedido por “la igualdad de género”… Y cada día, me siento más bendecida de lo que soy… He entendido que las mujeres tenemos una capacidad maravillosa de servir a partir de nuestras heridas, si aprendemos a aceptarlas… del poder que nos dio la vida para surgir llenas de magia después de una caída, siendo capaces de agradecer nuestros más grandes dolores, adquiriendo más sabiduría a partir de ellos y poniendo esos cambios de vida al servicio de los que nos rodean, e incluso muchas, de comunidades completas.
Muchas de las mujeres que conozco, han tenido, un quiebre emocional, un dolor muy grande, una experiencia muy significativa, un momento de conexión con lo divino, un abrir los ojos y el corazón; que las ha llevado a buscar movilizar su energía hacia algo nuevo, más conectado con su propósito, hacia niveles de consciencia más elevados, donde lo individual es opacado por lo colectivo, donde el poder del corazón es más fuerte que el de la cabeza, donde su esencia de mujer es más completa y la empodera.
Este blog nace de la necesidad de compartir, de hacer algo especial para que las MUJERES aprendamos de otras MUJERES, compartiendo cuál fue ese suceso que cambió nuestras vidas, qué tanto nos dolió, qué tanto aprendimos de él, qué tanto lo agradecemos hoy, qué seres de luz nos ayudaron a ver nuevos caminos, qué regalo maravilloso nos dio la vida después de ese aprendizaje, qué estamos haciendo hoy a partir de eso, qué sanamos, qué tenemos pendiente por comprender, qué bendiciones llegaron después de las lágrimas, qué presente experimentamos hoy gracias a eso.
Esto, con un único propósito… que aquellas mujeres que hoy están atravesando situaciones similares, puedan a través de las historias que compartamos, historias reales y honestas; confiar en que nada es tan grave como parece, en que ya alguien tuvo una experiencia comparable, que todo tiene un propósito superior y que si nos enfocamos en el para qué, en el aprendizaje, llegarán a nuestra vida increíbles regalos. Algo tan simple como solo cambiar la pregunta, puede transformar nuestra vida.
¿Cómo hacerlo?, muy fácil… Muchas de mis más grandes comprensiones han surgido a partir de escribir, de conectarme con el corazón a través de las palabras (bien o mal escritas, no importa)… por ello, quiero pedirte, muy especialmente, que si esto resuena en tí, compartas un texto sencillo, escrito por ti, donde describas ese momento de quiebre maravilloso que te permite hoy dar más amor, ser una mejor versión de ti.
Escribir es un ejercicio de sanación muy poderoso, y si a través de él, podemos compartir luz con otros… aún más.
No es importante si tenemos habilidades o no para escribir, o mejor, si juzgamos que las tenemos o no... el propósito es regalarnos un espacio para dejar salir eso que tiene guardado nuestro corazón y que a lo mejor, aún nos tiene atados.
Déjame saber si lo harás y comparte tu texto a: [email protected]
*Las historias publicadas en este blog, no son modificadas; son fieles a lo que su autora desea compartir.
Twitter: @acevedojoanna
Visita mi página Web:
www.joannaacevedo.com
Joanna A. Acevedo T.
Coach Ontológica
Muchas de las mujeres que conozco, han tenido, un quiebre emocional, un dolor muy grande, una experiencia muy significativa, un momento de conexión con lo divino, un abrir los ojos y el corazón; que las ha llevado a buscar movilizar su energía hacia algo nuevo, más conectado con su propósito, hacia niveles de consciencia más elevados, donde lo individual es opacado por lo colectivo, donde el poder del corazón es más fuerte que el de la cabeza, donde su esencia de mujer es más completa y la empodera.
Este blog nace de la necesidad de compartir, de hacer algo especial para que las MUJERES aprendamos de otras MUJERES, compartiendo cuál fue ese suceso que cambió nuestras vidas, qué tanto nos dolió, qué tanto aprendimos de él, qué tanto lo agradecemos hoy, qué seres de luz nos ayudaron a ver nuevos caminos, qué regalo maravilloso nos dio la vida después de ese aprendizaje, qué estamos haciendo hoy a partir de eso, qué sanamos, qué tenemos pendiente por comprender, qué bendiciones llegaron después de las lágrimas, qué presente experimentamos hoy gracias a eso.
Esto, con un único propósito… que aquellas mujeres que hoy están atravesando situaciones similares, puedan a través de las historias que compartamos, historias reales y honestas; confiar en que nada es tan grave como parece, en que ya alguien tuvo una experiencia comparable, que todo tiene un propósito superior y que si nos enfocamos en el para qué, en el aprendizaje, llegarán a nuestra vida increíbles regalos. Algo tan simple como solo cambiar la pregunta, puede transformar nuestra vida.
¿Cómo hacerlo?, muy fácil… Muchas de mis más grandes comprensiones han surgido a partir de escribir, de conectarme con el corazón a través de las palabras (bien o mal escritas, no importa)… por ello, quiero pedirte, muy especialmente, que si esto resuena en tí, compartas un texto sencillo, escrito por ti, donde describas ese momento de quiebre maravilloso que te permite hoy dar más amor, ser una mejor versión de ti.
Escribir es un ejercicio de sanación muy poderoso, y si a través de él, podemos compartir luz con otros… aún más.
No es importante si tenemos habilidades o no para escribir, o mejor, si juzgamos que las tenemos o no... el propósito es regalarnos un espacio para dejar salir eso que tiene guardado nuestro corazón y que a lo mejor, aún nos tiene atados.
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Joanna A. Acevedo T.
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