Si abandonada. Puede sonar doloroso decir que tu pareja te ha abandonado, por el motivo que sea, pero para mí solo resultó ser un estado que me hizo reencontrar, pensar en mí como mujer, como ser humano que no necesitaba sentir a un hombre al lado para ser feliz.
No niego que sentí frustración, miedo, vergüenza y tal vez angustia. Que tu pareja te deje para emprender nuevos rumbos sin incluirte en ellos te pone a pensar en: ¿Qué hice mal? ¿Qué no le ¿gustó? ¿Porque a mí, si era tan buena mujer? E incluso te pone a pensar que la culpable eres tú y que él se aburrió o simplemente consiguió una mujer mejor.
El abandono fue por un viaje que él emprendió y del que nunca regresó. Tal vez alejarse de mí le devolvió esa libertad que tanto añoró. Aun hoy no lo sé con exactitud, pero se lo agradezco.
Fue una experiencia que me marcó y que me ha hecho fuerte, responsable, honesta, tranquila y sobre todo segura de mí misma. Volví a vivir intensamente, volví a reconocerme, volví a renacer. De esto han pasado ya ocho años y puedo decir que cuando decía que mi estado civil era ¡abandonada! me produce una risa nostálgica, porque para mí eso es un pasado inolvidable pero que me ayudó a ser lo que soy hoy.
Y aunque nadie lo crea volví a rehacer mi vida. Estoy casada, con un nuevo amor y una nueva ilusión. No necesito a un hombre a mi lado para ser feliz, mi compañero es hoy un cómplice de viajes, de vida, de sueños, de ilusiones y en el momento que decidamos no estar más juntos, seguiré siendo igual de feliz.
Mónica Quintero
Comunicadora Social
Twitter: @monicaquinte
No niego que sentí frustración, miedo, vergüenza y tal vez angustia. Que tu pareja te deje para emprender nuevos rumbos sin incluirte en ellos te pone a pensar en: ¿Qué hice mal? ¿Qué no le ¿gustó? ¿Porque a mí, si era tan buena mujer? E incluso te pone a pensar que la culpable eres tú y que él se aburrió o simplemente consiguió una mujer mejor.
El abandono fue por un viaje que él emprendió y del que nunca regresó. Tal vez alejarse de mí le devolvió esa libertad que tanto añoró. Aun hoy no lo sé con exactitud, pero se lo agradezco.
Fue una experiencia que me marcó y que me ha hecho fuerte, responsable, honesta, tranquila y sobre todo segura de mí misma. Volví a vivir intensamente, volví a reconocerme, volví a renacer. De esto han pasado ya ocho años y puedo decir que cuando decía que mi estado civil era ¡abandonada! me produce una risa nostálgica, porque para mí eso es un pasado inolvidable pero que me ayudó a ser lo que soy hoy.
Y aunque nadie lo crea volví a rehacer mi vida. Estoy casada, con un nuevo amor y una nueva ilusión. No necesito a un hombre a mi lado para ser feliz, mi compañero es hoy un cómplice de viajes, de vida, de sueños, de ilusiones y en el momento que decidamos no estar más juntos, seguiré siendo igual de feliz.
Mónica Quintero
Comunicadora Social
Twitter: @monicaquinte