La verdad, nunca había pensado en escribir parte mi historia y que de alguna manera esto pudiera edificar a más personas, pero hoy lo hago con mucho amor y con la certeza que es un espejo de vida para que quien lo lea, crea que todo, absolutamente todo se puede superar.
Tenía 23 años, era una niña de la casa, no tenía novio, me dedicaba a estudiar y ayudar a mi madre en su restaurante.
Un episodio de mi normal vida, hizo que diera un drástico giro. Tras un ataque nocturno y la administración de un alucinógeno, fui víctima de una violación.
Fui consciente del hecho cuando la droga dejó de hacer efecto en mí, sin embargo, mi decisión era quedarme callada para no hacer sufrir a mis padres.
Al transcurrir un mes del suceso, comencé a tener síntomas que tras uno exámenes médicos, me confirmaron que estaba embarazada.
Tuve que hablar, contar todo a mi familia y la decisión fue apostar por esa nueva vida.
Mi familia me rodeo con todo su amor y vivimos juntos esa etapa de embarazo. No fue fácil, sin embargo, el sentir que un bebé se movía dentro de mi hacía que cambiara mi lamento y considerara ser feliz por él. No entendía por qué vivía esta situación, pero alguien me dijo: Un día sabrás el propósito de lo que te sucedió.
Cuando el niño nació todo cambió… era hermoso. Verlo tan perfecto, tan inocente, tan puro.
Tenía miedo de afrontar la vida sin embargo ese SER me dio la fuerza. El era mi motor y el de mi familia.
Hoy miro atrás y doy gracias porque tomé la mejor decisión... Tener a mi hijo... Tiene 13 años y es uno de los mejores regalos que me ha dado la vida.
Hoy sé que cualquier situación que llega a nuestras vidas por mala que sea, trae bendiciones, aprendizajes y siempre, siempre nos hace más fuertes.
Mi hijo, me hizo una mujer valiente y decidida.
Mi mensaje para ti es que "NO TE RINDAS"; cuando la vida te traiga una fuerte prueba, da gracias y recuerda que todo tiene su propósito.
Y recuerda que TÚ eres lo mejor que puede haber en el mundo.
Anónimo.
Tenía 23 años, era una niña de la casa, no tenía novio, me dedicaba a estudiar y ayudar a mi madre en su restaurante.
Un episodio de mi normal vida, hizo que diera un drástico giro. Tras un ataque nocturno y la administración de un alucinógeno, fui víctima de una violación.
Fui consciente del hecho cuando la droga dejó de hacer efecto en mí, sin embargo, mi decisión era quedarme callada para no hacer sufrir a mis padres.
Al transcurrir un mes del suceso, comencé a tener síntomas que tras uno exámenes médicos, me confirmaron que estaba embarazada.
Tuve que hablar, contar todo a mi familia y la decisión fue apostar por esa nueva vida.
Mi familia me rodeo con todo su amor y vivimos juntos esa etapa de embarazo. No fue fácil, sin embargo, el sentir que un bebé se movía dentro de mi hacía que cambiara mi lamento y considerara ser feliz por él. No entendía por qué vivía esta situación, pero alguien me dijo: Un día sabrás el propósito de lo que te sucedió.
Cuando el niño nació todo cambió… era hermoso. Verlo tan perfecto, tan inocente, tan puro.
Tenía miedo de afrontar la vida sin embargo ese SER me dio la fuerza. El era mi motor y el de mi familia.
Hoy miro atrás y doy gracias porque tomé la mejor decisión... Tener a mi hijo... Tiene 13 años y es uno de los mejores regalos que me ha dado la vida.
Hoy sé que cualquier situación que llega a nuestras vidas por mala que sea, trae bendiciones, aprendizajes y siempre, siempre nos hace más fuertes.
Mi hijo, me hizo una mujer valiente y decidida.
Mi mensaje para ti es que "NO TE RINDAS"; cuando la vida te traiga una fuerte prueba, da gracias y recuerda que todo tiene su propósito.
Y recuerda que TÚ eres lo mejor que puede haber en el mundo.
Anónimo.