Abrir los ojos y el corazón
Soy una mujer que ama profundamente su vida, familia y amigos…. En la vida todo no se presenta como lo planeamos y/o pensamos.
Te quiero contar que entregué mi corazón a alguien que aún no estaba preparado para estar completamente en mi vida.
Esa persona pensaba y sentía que su pareja era siempre la persona adecuada para él, aun cuando ella ya no quería nada con él. A pesar de que compartimos más de un año salidas con los amigos, momentos íntimos y con sus familiares, esa persona no podía entregarme sus pensamientos ni su corazón. Por más de que insiste y haces lo posible para que ello suceda uno en la vida no puede mandar sobre el corazón de otras personas… sin temor a equivocarme la mejor cura cuando alguien no te corresponde es alejarte y dejar que el tiempo haga el resto. Después de mucho tiempo y de escuchar una y otra vez que él no me podía dar su corazón comprendí que una mujer no puede permitir lastimar su corazón y que siempre habrá alguien que si le corresponda.
El lamento que sentí, hoy lo dejé ir con el viento… y permitir darme mi tiempo, mis momentos, valorar mi vida. Sané mi corazón, a pesar de que hoy sigo sintiendo un sentimiento de cariño por esa persona. Pero una cosa es seguir queriendo, otra es entender que no merece ser parte de una mujer de vida.
Paradójicamente, hoy esa persona entendió y aceptó todo el dolor que me causó y ha dicho textualmente: “Soy un idiota, por no darme cuenta la mujer tan maravillosa que eres, me arrepiento de vivir en el pasado y pensando en el futuro. Siempre fuiste mi presente y no me di cuenta de eso”.
Hoy, estoy dedicada a mi trabajo, familia y amigos. Y sobre todo a mí, a consentirme a dedicarme tiempo para hacer pereza, salir a caminar, sonreír, bailar… vivir. Abre los ojos, abre tu corazón hacia ti misma y verás lo grandiosa y maravillosa que eres.
Laura Acevedo
Mujer de vida: Hija, hermana, prima, amiga y con grandes anhelos de ser madre
Comunicadora Social y Periodista
Te quiero contar que entregué mi corazón a alguien que aún no estaba preparado para estar completamente en mi vida.
Esa persona pensaba y sentía que su pareja era siempre la persona adecuada para él, aun cuando ella ya no quería nada con él. A pesar de que compartimos más de un año salidas con los amigos, momentos íntimos y con sus familiares, esa persona no podía entregarme sus pensamientos ni su corazón. Por más de que insiste y haces lo posible para que ello suceda uno en la vida no puede mandar sobre el corazón de otras personas… sin temor a equivocarme la mejor cura cuando alguien no te corresponde es alejarte y dejar que el tiempo haga el resto. Después de mucho tiempo y de escuchar una y otra vez que él no me podía dar su corazón comprendí que una mujer no puede permitir lastimar su corazón y que siempre habrá alguien que si le corresponda.
El lamento que sentí, hoy lo dejé ir con el viento… y permitir darme mi tiempo, mis momentos, valorar mi vida. Sané mi corazón, a pesar de que hoy sigo sintiendo un sentimiento de cariño por esa persona. Pero una cosa es seguir queriendo, otra es entender que no merece ser parte de una mujer de vida.
Paradójicamente, hoy esa persona entendió y aceptó todo el dolor que me causó y ha dicho textualmente: “Soy un idiota, por no darme cuenta la mujer tan maravillosa que eres, me arrepiento de vivir en el pasado y pensando en el futuro. Siempre fuiste mi presente y no me di cuenta de eso”.
Hoy, estoy dedicada a mi trabajo, familia y amigos. Y sobre todo a mí, a consentirme a dedicarme tiempo para hacer pereza, salir a caminar, sonreír, bailar… vivir. Abre los ojos, abre tu corazón hacia ti misma y verás lo grandiosa y maravillosa que eres.
Laura Acevedo
Mujer de vida: Hija, hermana, prima, amiga y con grandes anhelos de ser madre
Comunicadora Social y Periodista
Escríbenos a: [email protected]