He aprendido que...
Hay días donde la sonrisa aparece porque vale la pena hacer sonreír a otros y no necesariamente porque tu alma no sienta que todo a su alrededor se desmorona; donde aunque quisieras esconderte entre tus sábanas, te levantas desafiando al mundo con la fuerza de tus sueños; donde aunque estás al borde del abismo puedes reconocer que no es tan profundo como luce; donde tu corazón y tu mente, aún estando en guerra, se alinean para decirte que existen nuevas maneras de interpretar la tristeza que hoy sientes; donde, aunque los hechos parecieran estar en tu contra, encuentras como adaptarte ante la adversidad; donde a pesar de sentirte con los ojos vendados confías en tu intuición; donde a pesar de que la vida te está quitando, sabes dentro de ti que solo te está liberando; donde aunque duele de verdad, logras abrazarte al dolor; donde dejas de pensar en lo que podría pasar y confías en que hay ángeles cerca de ti dando muestras de su presencia y cuidado; donde, aunque tan solo deseas aferrarte, aceptas el mensaje del universo que te dice, que a lo mejor, es menos doloroso soltar; donde si bien quejarse te produce tal vez más alivio, dejas de hacerlo para construir con los actos de hoy, el lugar donde quieres estar mañana; donde a pesar de no haber sido así hace mucho tiempo, dejas que aparezca la magia que te conecta con la gratitud por lo que tienes (así desearas algo diferente); donde te das cuenta que para VOLAR, tan solo necesitas amar el viento y que ES POSIBLE HACERLO AUNQUE LAS ALAS ESTÉN ROTAS.
Anónimo.
Hay días donde la sonrisa aparece porque vale la pena hacer sonreír a otros y no necesariamente porque tu alma no sienta que todo a su alrededor se desmorona; donde aunque quisieras esconderte entre tus sábanas, te levantas desafiando al mundo con la fuerza de tus sueños; donde aunque estás al borde del abismo puedes reconocer que no es tan profundo como luce; donde tu corazón y tu mente, aún estando en guerra, se alinean para decirte que existen nuevas maneras de interpretar la tristeza que hoy sientes; donde, aunque los hechos parecieran estar en tu contra, encuentras como adaptarte ante la adversidad; donde a pesar de sentirte con los ojos vendados confías en tu intuición; donde a pesar de que la vida te está quitando, sabes dentro de ti que solo te está liberando; donde aunque duele de verdad, logras abrazarte al dolor; donde dejas de pensar en lo que podría pasar y confías en que hay ángeles cerca de ti dando muestras de su presencia y cuidado; donde, aunque tan solo deseas aferrarte, aceptas el mensaje del universo que te dice, que a lo mejor, es menos doloroso soltar; donde si bien quejarse te produce tal vez más alivio, dejas de hacerlo para construir con los actos de hoy, el lugar donde quieres estar mañana; donde a pesar de no haber sido así hace mucho tiempo, dejas que aparezca la magia que te conecta con la gratitud por lo que tienes (así desearas algo diferente); donde te das cuenta que para VOLAR, tan solo necesitas amar el viento y que ES POSIBLE HACERLO AUNQUE LAS ALAS ESTÉN ROTAS.
Anónimo.